viernes, 22 de enero de 2010

quijotescamente

en un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, eché el detergente.

3 comentarios:

Víctor dijo...

Ay si Cervantes levantara la cabeza, Oriana... Como te oiga Almodovar, nuestro manchego más ilustre....

Un abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

Y tras años de lectura, presentaciones y más... lo centrifugué.
Yesss¡¡¡¡
Besos

Javier López dijo...
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