domingo, 25 de enero de 2009

inverosímil

entre el sol y yo, mi sombra.

2 comentarios:

Rafael Vázquez dijo...

Me encantó este texto, Oriana.
"Entre el sol y yo, mi sombra". Eso convierte a uno en sombra de su sombra. Y esta circunstancia es literariamente muy potente. ¿Somos como flores de sombra? ¿Cómo girasoles que se orientan hacia la sombra? ¿La oreja de Van gogh que solo oye sombras?
¿Qué puede hacer posible una sombra entre el sol y uno mismo? Hay una identificación entre el cuerpo y la sombra. La sombra entonces cobra un protagonismo especial sobre la propia vida. Como una espada de Damocles de sombra, que puede abducirnos, anularnos, ensombrecernos y cosificarnos.
Lo dicho, me encantó Oriana.

Javier López dijo...

Lo simple, puesto en otro orden, deja de serlo. Estupendo tuit Oriana.